" La guerra con dos nombres

La guerra con dos nombres

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Todos los países tienen grandes necesidades presupuestarias para lograr el bienestar de la población y nadie desea gastar los acotados recursos en una guerra. Pero cuando las ganancias de una ofensiva superan la inversión necesaria, comienza a cambiar el parecer de muchas personas. Las promesas de riqueza pueden no ser suficientes para que los ciudadanos acepten tomar un arma y correr hacia el enemigo, pero siempre puede recurrirse a la patria, la defensa de los suyos o una tiranía extranjera, para conseguir cambiar la opinión popular, aunque el país no esté siendo amenazado por nadie.

Las Guerras del Opio son un muy buen ejemplo de como la manipulación de la opinión pública y las promesas de fortuna consiguieron movilizar a miles de personas a un frente de batalla al otro lado del mundo. Tanto es así que, en inglés y en chino esta guerra recibe dos nombres diferentes, dependiendo de si se quieren reconocer o no las verdaderas causas del conflicto.

El debate parlamentario

Cuando la noticia del ataque británico a la ciudad de 广州 Guǎng zhōu llegó a Gran Bretaña, la opinión pública se encontraba muy dividida. Esto puede verse en los diarios de la época y los registros de los debates parlamentarios. Aunque en el parlamento las opiniones parecían estar divididas casi a un 50% a favor de iniciar una guerra con China y un 50% a favor de retirar las tropas y suspender los altos cargos del gobierno colonial de 香港 Xiāng Gǎng, Hong Kong. En realidad, el grupo que no deseaba iniciar una guerra era mayoritario y podía ganar una votación. El grupo belicista contaba con la inestimable ayuda de Lord Palmerston (1784-1865), Secretario de Relaciones Exteriores. Palmerston se encargó de que algunos importantes periódicos publicaran noticias sobre el supuesto insulto chino a la bandera británica, además de ayudar a algunos políticos británicos a preparar sus discursos para el Parlamento. La estrategia giraba en torno a continuar la historia de John Bowring (1792-1872), gobernador de la colonia de 香港 Xiāng Gǎng, según la cual el Arrow era un buque británico, con un capitán británico que se encontraba realizando una noble tarea antipiratería en aguas chinas, hasta que los oficiales chinos detuvieron la nave y maltrataron la bandera sin ninguna justificación. Aunque la historia era falsa, la estrategia funcionó, cuando se produjo la votación del Parlamento, la mayoría votó a favor de iniciar una guerra a gran escala con China.

El informe de Bowring

Bowring no podía ocultar la información que el gobernador de la colonia portuguesa de 澳门 Ào Mén, Macao, le había entregado. Pronto redactó un informe y lo envió a Londres, recalcando la importancia de que se castigara a la tripulación por haber utilizado la bandera británica para realizar piratería. A pesar de la gravedad del informe, en Gran Bretaña no tuvo mayores repercusiones. Esto se debió en parte a que el informe se hizo público luego de que Gran Bretaña decidiera invadir China, y también porque el relato original de Bowring y Palmerston hacía hincapié en la defensa de los símbolos nacionales, una supuesta xenofobia china y al incumplimiento de los tratados desiguales impuestos algunos años antes.

Aprobada la guerra contra China, el Parlamento Británico designó a Lord Elgin (1811-1863), ex gobernador de la colonia de Canadá, como líder de la expedición.

Atacar al león dormido

Aunque ya habían pasado años desde que Napoleón Bonaparte (1769-1821) se pronunciara sobre China, en los círculos militares pocos habían olvidados sus palabras. Iniciar una guerra con China podría provocar el despertar de una nación del tamaño de Europa, con una población mucho más grande y más de 5.000 años de historia militar. Hay quien podría creer que para ese despertar aún faltaba mucho tiempo, pero el Ejército Británico había descubierto importantes mejoras tecnológicas durante la Primera Guerra del Opio. Una sola nación ya no sería capaz de doblegar la voluntad del gobierno chino.

Durante el período de paz entre las dos guerras, altos mandos del Ejército británico y Francés se habían reunido y habían planificado estrategias para vencer a China. Cuando Gran Bretaña envió su expedición a China, el gobierno francés los acompañó con su propia división. El gobierno francés argumentaba que se dirigían a China en defensa del misionero Abbe Auguste Chapdelaine, que había sido asesinado en febrero de 1856, en la provincia de 广西 Guǎngxī (que no se encontraba abierta a los extranjeros). Jean Baptiste Louis Gros (1793-1870) fue designado como comandante en jefe de la fuerza expedicionaria británica. Estados Unidos y el Imperio Ruso decidieron no enviar una fuerza militar, pero enviaron “representantes pacifistas”. Estos representantes consiguieron luego tratados ventajosos para sus países al concluir la guerra. Con los ejércitos de dos países y el apoyo de otros dos, las fuerzas eran suficientes para enfrentarse a China. 

Flota combinada anglo-francesa arribando a China.

Un nombre que resume las causas

En inglés a la guerra desencadenada luego de la detención del Arrow y que terminó incendiando la capital china se la conoce como The Arrow War, la Guerra del Arrow (1). Muchos historiadores británicos han insistido en que este es el nombre que debe llevar, ya que se inició por una escala de tensiones en un conflicto diplomático por el buque Arrow. En chino a este mismo conflicto se lo conoce como 第二次鸦片战争Dì èr cì yā piàn zhàn zhēng, Segunda Guerra del Opio. Muchos historiadores británicos insisten en que es injusto llamar Guerra del Opio a una guerra que no inició por un conflicto con el contrabando de opio, como si ocurrió con la Primera Guerra del Opio (2). La respuesta de los especialistas chinos es que, aunque es verdad que la guerra no se inició por el opio de forma directa, los motivos principales de semejante gasto de recursos y vidas humanas fue la venta de opio. Si alguien duda de estas razones puede leer los tratados desiguales firmados en 1858, que exigieron la legalización del comercio de opio. Algunos historiadores sostienen que en realidad las dos guerras forman parte de un mismo conflicto y que no es necesario diferenciarlas, así surge el nombre la Guerra del Opio, que comenzó el día que China ordenó la destrucción de los cargamentos ilegales de opio en 1839, tuvo una época de conflictos menores y terminó con la firma de un tratado desigual que permitía la venta de opio en China en 1858. 

Representación de una casa ilegal de opio en China durante los años de la guerra.

 


(1) También puede aparecer bajo el nombre de Second Anglo-Chinese War, Segunda Guerra Anglo-China, o Anglo-French expedition to China, Expedición Anglo-francesa a China. Todos estos nombres siguen la misma idea de ocultamiento del opio como elemento desencadenante de la guerra.

(2) Sobre la Primera Guerra del Opio también existe una discusión similar. Aunque en la literatura inglesa se encuentra más extendido el nombre Guerra del Opio, porque todo comenzó cuando se destruyeron los cargamentos de opio ilegal en China. Algunos historiadores sostienen que tampoco es correcto este nombre y deciden llamarla simplemente Anglo-Chinese War, Guerra Anglo-China. El cambio de nombre se propone porque en los tratados desiguales firmados no se exigió la legalización del opio, por lo que la guerra no fue realizada para permitir la venta de opio. Como ya hemos podido ver en algunos artículos, no hay lugar a dudas que la guerra estuvo motivada para fomentar la venta de opio y que los tratados desiguales contribuían a evitar posibles luchas contra el narcotráfico. 

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