" Primera Guerra del Opio: defensa del 祖国 zǔ guó

Primera Guerra del Opio: defensa del 祖国 zǔ guó

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En la historia reciente de China no encontramos la conquista de territorios extranjeros como un ideal de grandeza. De hecho, incluso hoy en día, siendo un país muy fuerte económica y militarmente, China sigue siendo un país que aboga por la paz. Cimentados en los valores confucianistas, los chinos han tendido a ser muy severos en la defensa de sus fronteras y nunca conquistadores colonialistas. Esto genera un contraste muy grande con otras naciones que, especialmente durante el siglo XIX, entendieron que la modernización era ser colonialista.

Entrada del Museo de las Guerras del Opio,
ubicado en el antiguo fuerte de 广州 Guǎng zhōu.

Durante la escalada de tensiones entre el Imperio Británico y el Imperio 清 Qīng entre los años 1839 y 1840, los funcionarios chinos siempre intentaron mantenerse fieles al ideal de defensa del país de sus ancestros 祖国 Zǔ guó. Como veremos a continuación, los esfuerzos antibelicistas llegarían al punto de preferir soportar algunas humillaciones antes de provocar una guerra abierta con otra potencia. Como ya hemos podido ver en la Primera Guerra del Opio: el ataque británico, a pesar de que se había asesinado a ciudadanos chinos, las conversaciones de paz constituían el eje fundamental que utilizaban los chinos para intentar solucionar el conflicto. Lamentablemente, unas conversaciones de paz en las que una de las partes no está dispuesta a ceder ni un poco y aceptar un pacto intermedio que beneficie a ambas partes, no pueden ser consideradas conversaciones de paz sino una estratagema para la guerra.

Buenas intenciones

Cuando la Flota británica, que había cañoneado y tomado ciudades a lo largo de las costas de China, retornó a 广州 Guǎng zhōu para continuar las negociaciones de paz, los funcionarios chinos intentaron mostrar claros signos de buena voluntad. Por ejemplo, se ordenó disminuir la actividad en las defensas costeras y no arrestar a nadie por comercio de opio. 关天培 Guān Tiānpéi (1781-1841), comandante local de la marina, fue destituido y acusado de abrir fuego contra una flota británica que no le estaba atacando, sino que cañoneaba a sus propios barcos de bandera británica.

La paz, ante todo

En diciembre de 1840 se retomaron las conversaciones de paz. 琦善 Qí shàn (1786-1854), nuevo administrador en 广州 Guǎng zhōu, aceptó que el gobierno pagara una compensación de 5 millones de yuanes al Imperio Británico por las pérdidas ocasionadas en las incautaciones del ilegal opio. Con respecto a la cesión de 香港 Xiāng gǎng, Hong Kong, 琦善 Qí shàn se negó rotundamente. A pesar de no haber nacido en 香港 Xiāng gǎng, 琦善 Qí shàn veía a este territorio como parte del país de sus ancestros 祖国 Zǔ guó, por lo que no podía entregarlo. Incluso si no ceder en la concesión de esta ciudad portuaria implicaba poner a Gran Bretaña en pie de guerra, se mantendría firme. Entregar algo de un valor simbólico tan grande lo volvería automáticamente un traidor al país y una deshonra para sus ancestros. 琦善 Qí shàn se encontraba entre la espada y la pared si los británicos no cedían.

Las locas exigencias británicas

Sir Charles Elliot (1801-1875), Superintendente de Comercio del Reino Unido, exigió que la compensación en pérdidas de opio no fuera menor a los 20 millones de yuanes. Además de exigir la entrega de 香港 Xiāng gǎng, Elliot demandaba que se cedieran también las ciudades de 厦门 Xià mén y 舟山 Zhōu shān, recientemente conquistadas por el ejército británico. 琦善 Qí shàn creía que las exigencias eran exorbitantemente ridículas, por lo que decidió prolongar las conversaciones de paz sin aceptar ni rechazar el tratado. Después de un mes de conversaciones, el Imperio Británico perdió la paciencia y decidió declararle la guerra a China.

Una guerra que ya se había cobrado vidas

El 7 de enero de 1841, el ejército británico lanzó un ataque en simultáneo a varias fortalezas en las inmediaciones de 广州 Guǎng zhōu. El ataque múltiple tomó por sorpresa a todas las líneas defensivas chinas. Luego de un intenso bombardeo con artillería naval a los principales puntos estratégicos de defensa, los británicos desembarcaron y los tomaron. Durante el ataque múltiple, murieron más de 700 chinos. Cinco buques británicos se lanzaron contra la Armada Naval China hundiendo 11 de sus barcos. Hacia el final del día la Armada Británica posicionó sus buques de guerra realizando bloqueos en todos los puertos de la zona. 

El ataque a 广州 Guǎng zhōu.
Pintura realizada por Thomas Allom, basado en el boceto de 
G. N. White, Marina Real Británica.

El tratado

Tratado no sellado.

琦善 Qí shàn se vio obligado a reunirse con la comitiva británica en la ciudad de 穿鼻 Chuān bí y aceptar las exageradas exigencias. Sobre la cesión de 香港 Xiāng gǎng, Hong Kong, informó que debían solicitárselo directamente al 皇帝 Huángdì, emperador. Elliot consideró que la aceptación del tratado de 穿鼻 Chuān bí por parte de 琦善 Qí shàn implicaba que 香港 Xiāng gǎng, Hong Kong, comenzaba automáticamente a formar parte del Imperio Británico. Una copia del tratado fue enviada al emperador 道光帝 Dào Guāng Dì (1782-1850), que lo rechazó porque no estaba dispuesto a ceder ni la más mínima fracción del 祖国 Zǔ guó, país de sus ancestros. Desde el punto de vista chino, como el 皇帝 Huángdì, emperador no selló el tratado, este no tenía un efecto jurídico.

Por un simple trozo de tierra

Las Guerras del Opio son fundamentales para entender la configuración actual de China y su actitud histórica con las potencias extranjeras. La historia del siglo XX estará marcada por toda una generación que creció padeciendo las consecuencias de estas nefastas guerras. Esta generación soñará con acabar con los turbulentos tiempos que desencadenó la guerra, soñará con un futuro de paz donde sus descendientes puedan vivir sin las penurias que tuvieron que soportar. Soñarán, como dice la canción 有一天 yǒu yī tiān, con el día en que el país de sus ancestros 祖国 Zǔ guó, no vuelva a estar abrumado por el dolor y se encuentre en calma en todas partes. Pero, en 1841 todavía no había llegado ese día, ni siquiera había llegado el final de la Primera Guerra del Opio. 

Notas

(1) Nuestra insistencia, en este contexto, en referir a China con el apelativo tradicional  祖国 Zǔ guó, país de los ancestros, además de que aparece en los textos de la época es un intento de reflejar los sentimientos de los actores de esta guerra respecto de su tierra natal. No hay que olvidar que el culto tradicional chino, a lo largo de su historia, es el culto de los ancestros, y que estos últimos se entienden en un sentido amplio, abarcando tanto la propia línea genealógica como la de los precursores de su país.

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